Los mariscos son cada vez más populares entre los comensales. Sin embargo, desde el punto de vista de la seguridad alimentaria, son un tipo de alimento que puede representar un riesgo para los clientes si no cuentan con la capacitación adecuada en higiene alimentaria.
En las últimas semanas, las autoridades de salud pública han advertido sobre el aumento de los peligros derivados de las bacterias transmitidas por los alimentos presentes en los mariscos crudos o poco cocidos, conforme se acerca el verano.
Dado que los mariscos son un alimento de alto riesgo, existen varias medidas que puede tomar para reducir considerablemente la probabilidad de contraer enfermedades transmitidas por los alimentos. A continuación, le presentamos 4 sencillos pasos para reducir el riesgo de contagiar enfermedades transmitidas por los alimentos a sus clientes al servir mariscos.
Lávese las manos correctamente
¡Lávese las manos correctamente! Le sorprenderá la cantidad de personas que no saben cómo lavarse las manos correctamente. A continuación, le presentamos una sencilla guía de 6 pasos.
Mójese las manos con agua tibia corriente y aplique jabón.
Frótese las manos palma con palma para hacer espuma.
Frote la palma de una mano contra el dorso de la otra y los dedos. Repita con la otra mano.
Junte las palmas con los dedos entrelazados y frote bien entre cada dedo.
Frótese alrededor de los pulgares de cada mano y luego frote las yemas de los dedos contra las palmas.
Enjuáguese el jabón con agua limpia y séquese bien las manos con una toalla desechable. Cierre el grifo con la toalla y luego tírela a la basura.
Prevención de la contaminación cruzada
Preparación de alimentos: aspectos importantes a tener en cuenta: Al preparar alimentos, existen algunos pasos sencillos para minimizar la contaminación cruzada, una de las principales causas de enfermedades transmitidas por los alimentos. A continuación, algunos consejos para recordar:
Desinfecte sus tablas de cortar después de cada uso.
El agua tibia y el jabón no eliminan todas las bacterias de la tabla de cortar después de manipular carne o mariscos crudos. Por lo tanto, debe limpiar todas las áreas, incluyendo tablas de cortar, superficies de trabajo, cuchillos, etc., con agua caliente y desinfectante.
Use tablas de cortar diferentes para cada grupo de alimentos.
Para evitar la contaminación cruzada, recomendamos usar tablas de cortar diferentes para cada tipo de alimento. A continuación, un ejemplo de cómo usar diferentes colores para representar distintos grupos de alimentos:
Blanco: productos de panadería y lácteos
Amarillo: carne cocida
Marrón: tubérculos
Rojo: carne cruda
Azul: pescado crudo
Verde: ensaladas, frutas y verduras frescas
Evite la zona de peligro de temperatura.
Es importante que quienes trabajan en la industria alimentaria sepan cómo calentar y refrigerar los alimentos correctamente para que no permanezcan en la zona de peligro de temperatura (entre 4 °C y 60 °C) y las bacterias patógenas no se multipliquen.
Consuma los mariscos inmediatamente después de cocinarlos.
No permita que los mariscos alcancen temperaturas peligrosas antes de su consumo. Sírvalos a los comensales rápidamente después de cocinarlos.
Refrigere las sobras.
Recomiende a los comensales que guarden las sobras en el refrigerador tan pronto como lleguen a casa para evitar que los alimentos permanezcan en la zona de riesgo de temperatura durante demasiado tiempo.
Tenga en cuenta las alergias al pescado y al marisco.
Tanto el pescado como el marisco se consideran uno de los 9 principales alérgenos, que son 9 grupos de alimentos responsables del 90 % de las reacciones alérgicas.
Es importante prevenir la contaminación cruzada almacenando los alérgenos por separado, limpiando y desinfectando el equipo y etiquetando correctamente cualquier alérgeno oculto en su menú.
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