Halloween es una época del año un poco tenebrosa, pero lo es aún más para los niños con alergias alimentarias. Los dulces pueden contener alérgenos ocultos, lo que supone un riesgo para ellos.
Los dulces suelen incluir algunos de los 9 principales alérgenos alimentarios, como leche, soja, trigo, frutos secos, huevo y cacahuetes. Puede ser difícil saber si un alérgeno está presente, o incluso si hay pequeñas trazas, en algún dulce.
Es tu responsabilidad proteger a tu hijo de una reacción alérgica durante esta época del año. Sigue estos consejos para que Halloween sea seguro y divertido para los niños con alergias alimentarias.
Ofrece obsequios que no sean comida
Ten juguetes, pegatinas u otros obsequios que no sean comida para que tu hijo no se sienta excluido. También puedes ofrecerlos a otros niños con alergias alimentarias para que puedan disfrutar de la fiesta de forma segura.
Lleva tus propios refrigerios
Cuando salgas a pedir dulces en Halloween, lleva tus propios refrigerios que sepas que son seguros para tu hijo/a. Establece la regla de que no puede comer los dulces que reciba en la calle y dale en su lugar los que sabes con certeza que son seguros.
Lee atentamente la etiqueta
Después de pedir dulces, revisa los dulces de tu hijo/a y lee las etiquetas con atención. Es buena idea conocer los nombres alternativos de los alérgenos alimentarios por si acaso están ocultos en la lista de ingredientes.
Además, revisa si la etiqueta del dulce indica que se produjo en la misma fábrica que algo a lo que tu hijo/a es alérgico/a. Podría contener pequeñas trazas del alérgeno, lo que podría provocar una reacción alérgica.
Cambia los dulces que no son seguros
Ten listos dulces u otros bocadillos que tu hijo/a pueda comer sin problemas para que pueda cambiar los dulces que contienen alérgenos por algo que no le haga daño y que le guste.