Con la llegada de septiembre, todos los niños en edad escolar empiezan a pensar, y probablemente a preocuparse, por si sus amigos seguirán siéndolo, si el material del curso será demasiado difícil, si sus profesores serán amables o si entrarán en el equipo deportivo al que llevan tiempo queriendo presentarse.
Sin embargo, para los niños con alergias alimentarias, estas preocupaciones se suman a las que ya tienen. Se preguntan si todos en su clase saben que no deben llevar productos con cacahuete, si el personal del comedor sabe que no pueden comer huevos ni gluten, o si los profesores saben que darles dulces como recompensa puede ser mortal.
Según la página web de Investigación y Educación sobre Alergias Alimentarias, más del 15 % de los niños en edad escolar con alergias alimentarias han sufrido una reacción alérgica en el colegio. Estas reacciones pueden variar desde leves hasta mortales. Es una preocupación grave y la concienciación es fundamental.
Entonces, ¿cómo podemos ayudar a estos niños con alergias alimentarias? Tenemos que concienciar a profesores, padres y demás alumnos sobre los peligros y cómo pueden formar parte de la solución.
Aquí tienes algunos consejos para reducir el riesgo de reacciones alérgicas en el aula.
Aulas libres de comida
Quizás la opción más sencilla sea simplemente no llevar comida al aula. Así, nadie tendrá que preocuparse por lo que está permitido y lo que no.
Restringir los alérgenos identificados en las aulas
Si no se eliminan por completo los refrigerios de las aulas, es fundamental que todos los alumnos, profesores y padres sepan qué alimentos son alérgenos peligrosos. Estos alimentos deben restringirse en los refrigerios, fiestas y otras actividades.
Buscar maneras divertidas e inclusivas de celebrar
Es un bonito gesto llevar dulces y refrigerios al aula para fiestas y días festivos, pero esto puede marginar o ser peligroso para algunos niños. En su lugar, prueba con más tiempo de recreo o celebra con juegos y tiempo libre.
Educa a tus hijos
La inclusión y la aceptación son fundamentales para que cualquier niño se adapte. Si todos saben que hay ciertos alimentos que pueden ser peligrosos para sus compañeros, se facilitará la comprensión y el reconocimiento.
Busca recursos
Además de explicarles a los niños sobre las alergias alimentarias, busca actividades, recursos, videos o testimonios para compartir con ellos dentro y fuera del aula. Si las ideas se presentan de forma divertida e inclusiva, es más probable que los niños respondan bien a la información.
En definitiva, excluir ciertos alimentos del aula, en lugar de excluir a los niños de las actividades, es la mejor manera de abordar las alergias alimentarias en la escuela. Los niños con alergias alimentarias tendrán sus planes de emergencia y sus padres habrán hablado con el personal docente sobre qué hacer en caso de una reacción. Para garantizar que todos tengan la oportunidad de aprender, crecer y disfrutar de la escuela, es fundamental conocer los alérgenos. Recuerda: la seguridad no es un privilegio; es un derecho fundamental de todos los niños en todas las aulas.